El pasado viernes 14 de junio colaboramos con la I Muestra de Patrimonio de Córdoba y Provincia, sus organizadores nos invitaron a diseñar una mesa redonda en el céntrico oratorio de San Felipe Neri; un marco de extraordinaria belleza barroca atribuido a Francisco Hurtado Izquierdo.
La mesa, dirigida por Rafael Blanco, contaba con la presencia de David Jaén Cubero –arqueólogo del yacimiento “Villa romana de Fuente Álamo” (Puente Genil)-, Fátima Castillo Pérez de Siles –directora de la empresa Arqueoqurtuba- y el Dr. Juan Manuel Cano Sanchiz –miembro del Grupo de Investigación Sísifo (UCO) y representante en Córdoba de la Fundación para el Patrimonio Industrial de Andalucía-. Todos ellos arqueólogos, pero con una diversa experiencia y especialización, lo que enriqueció ampliamente el debate desde distintos puntos de vista.
David Jaén aportó una interesante visión de su trabajo con Manuel Delgado en Puente Genil, exponiendo cómo el yacimiento arqueológico de Fuente Álamo –gracias, en gran medida, a su importante labor divulgativa- ha pasado en pocos años a erigirse en el alma de esta localidad cordobesa, que lo entiende hoy como seña de identidad, motivo de orgullo y recurso imprescindible para su dinamización económica y cultural.
Frente a esta imagen, aportada desde un proyecto asumido desde una Administración local, sin fisuras políticas en materia arqueológica, Fátima Castillo expuso el complejo panorama que ha experimentado la arqueología urbana de la capital cordobesa en los últimos años. Abordó con valentía la diversa problemática acontecida antes de la crisis, explicando la reconversión que ha experimentado posteriormente su empresa: desde la excavación hacia la valorización de los restos o la arqueogastronomía, ofreciendo también diversas propuestas de futuro para gestionar la arqueología en la capital cordobesa.
Finalmente, Juan Manuel Cano nos acerco al poco valorado pero importantísimo patrimonio industrial existente en el Norte de nuestra provincia, y a las posibilidades que éste presenta como recurso de futuro. Para ello mostró diversos ejemplos de España y el extranjero en los que el patrimonio industrial, lejos de entenderse como ruinas inútiles e infravaloradas, funciona como un importantísimo elemento para el presente y el futuro.
Finalmente, los ponentes pudieron debatir e interactuar con el público, surgiendo interesantes ideas y propuestas para la gestión y la valoración de la arqueología.